dimecres, 28 de març del 2012



A vosotros, que compartís mi proyecto

y lo llevais a cabo;

a vosotros, que recibís mi Palabra

y la ponéis en práctica;

a vosotros, que os reunís en mi nombre

y evocáis mi presencia, os llamo amigos.

A vosotros, que sois fuertes

en vuestra debilidad;

a vosotros, que os mantenéis firmes en la opción evangélica;

a vosotros que progresáis en la fe puesta en acción, os llamo amigos.

A vosotros, dispuestos a dar la cara, a arrimar el hombro, a echar una mano;

a vosotros con quienes se puede contar de manera incondicional para toda buena causa,

os llamo amigos.

A vosotros que afrontáis la realidad e intentáis mejorarla;

a vosotros, que no renunciáis a la utopía y camináis hacia ella;

A vosotros, que dáis una oportunidad a un futuro mejor, os llamo amigos.

A vosotros, que celebráis lo que creéis y compartís lo que tenéis;

a vosotros en la fiesta y juntos en la lucha;

a vosotros que tenéis mis sentimientos y mi Espíritu, os llamo amigos.