divendres, 22 de juny del 2012
Que se borren las diferencias
Un labrador anciano tenía varios hijos jóvenes
que se llevaban mal entre si, sin que fueran bastantes para avenirlos las
exhortaciones de sus padres. Un día les
congregó a todos y mandando traer una porción de varas, y haciéndolas un haz,
les preguntó cuál de ellos se atrevía a romperlo. Uno tras otro todos se esforzaron para
lograrlo, pero ninguno pudo conseguirlo.
Entonces el padre desató el haz y tomando las varas una a una les mostró
cuán fácilmente se partían, y enseguida les dijo:—De esta manera, hijos míos,
si estáis todos unidos nadie podrá venceros, pero si estáis divididos y
enemistados el primero que quiera haceros mal os perderá.
“El pueblo unido, jamás será vencido”. La
clase unida, jamás será vencida. Y sin
embargo, cuánto nos gusta pelear, discutir, ir cada uno a su aire. Señor, que
comprendamos la lección de esta mañana y seamos hombres y mujeres de unidad.
Une tú, Señor, al Norte y el Sur, para que terminen las diferencias.
Juntos será más fácil
LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE
Lo verdaderamente
importante no son las posibles grandes victorias o los grandes éxitos
ocasionales, ni siquiera el llegar a la meta que nos hemos propuesto.
Lo que verdaderamente
cuenta son los continuados esfuerzos que culminan en pequeños éxitos, los
triunfos consecutivos del día a día....
Bernabé Tierno
Si cuidas una abeja,
habrá más miel en el
panal.
Si evitas una
injusticia,
habrá más justicia en
el mundo.
Si cultivas un rosal,
habrá más rosas en el
jardín.
Si amas, Dios estará
más
presente en el mundo.
Si siembras un grano
de trigo,
habrá más pan sobre la
tierra.
Si enciendes una vela,
habrá más luz en la
noche.
Si vives en la verdad,
habrá menos mentira en
el mundo.
Si cuidas un nido de
golondrinas,
habrá más golondrinas
en primavera.
Si vives en libertad,
habrá más libertad en
el mundo.
Si enciendes un fuego,
habrá menos frío en el
invierno.
Si irradias tu
alegría,
habrá menos tristezas
en el mundo.
Si esperas cambiar tú
cuando haya
cambiado el mundo,
morirás sin haber
vivido;
Si comienzas cambiando
tú,
ya estás cambiando el
mundo...
René Trossero
Vigila tus pensamientos
Vigila
tus pensamientos pues se convierten en palabras,
Vigila
tus palabras pues se convierten en acciones,
Vigila
tus acciones pues se convierten en hábitos,
Vigila
tus hábitos pues éstos conforman tu carácter,
Vigila
tu carácter pues éste se convierte en tu destino
diumenge, 17 de juny del 2012
HAZBIEN Y NO MIRES A QUIEN
Debes estar más pronto
a reconocer un beneficio, que a vengar un insulto, así recibirás más beneficios
que insultos. Debes estar más pronto a amar que a odiar, así serás más amado
que odiado. Debes estar más pronto a alabar y tardo para censurar, así alabarán
tus virtudes y los ojos de la enemistad quedarán ciegos para tus
imperfecciones.
Cuando hagas el bien hazlo porque es
bueno, no porque los hombres lo aprecien; cuando evites el mal, huye porque es
mal, no porque los hombres hablen contra él. Sé honesto por amor de la
honestidad y así lo serás uniformemente; quien lo hace sin principios es un
vacilante.
Desea más bien ser reprobado por los
sabios que aplaudido por quien no tiene comprensión, pues aquellos que te señalan
una falta es porque suponen que puedes mejorar; en cambio, el que te alaba es
porque te cree semejante a él.
¿Quieres gozar de la buena voluntad de
todos los hombres? deja que tu benevolencia sea universal y fomenta la paz, así
tu nombre será repetido por todos con alabanzas y bendiciones.
MUÑECA DE SAL
Una muñeca de sal recorrió miles de kilómetros de tierra firme, hasta que, por fin, llegó al mar. Quedó fascinada por aquella móvil y extraña masa, totalmente distinta de cuanto había visto hasta entonces. «¿Quién eres tú?», le preguntó al mar la muñeca de sal. Con una sonrisa, el mar le respondió: «Entra y compruébalo tú misma». Y la muñeca se metió en el mar. Pero, a medida que se adentraba en él, iba disolviéndose, hasta que apenas quedó nada de ella.Antes de que se disolviera el último pedazo, la muñeca exclamó asombrada:
«¡Ahora ya sé quién soy!» «¡Ahora ya sé quién eres!».
Anthony de Mello
Anthony de Mello
dijous, 7 de juny del 2012
SÓLO UNA PERSONA QUE SE ARRIESGA ES LIBRE
Llorar es arriesgarse a parecer un
sentimental.
Hacer algo por alguien es arriesgarse a
involucrarse.
Expresar sentimientos es arriesgarse a mostrar
tu verdadero yo.
Exponer tus ideas y sueños es arriesgarse a perderlos.
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
Esperar es arriesgarse a la desesperanza.
Lanzarte es arriesgarse a fallar.
Pero los riesgos deben ser tomados, porque el
peligro más grande en
la vida es NO ARRIESGARSE a nada.
La persona que no arriesga, no hace, ni tiene
nada.
Se puede evitar sufrimientos y preocupaciones,
pero simplemente no puede aprender, sentir, cambiar, crecer, amar y vivir...
SÓLO UNA PERSONA QUE SE ARRIESGA ES
LIBRE
EL SENTIDO DE LA VIDA
El hombre siempre ha tratado de entender la
esencia de la vida, "el porqué" de cada una de las situaciones que se
le presentan cada día. Buscando incansablemente el "sentido de la
vida", juzgamos y comparamos todo, nos parece que las situaciones son:
justas o injustas, apropiadas o desafortunadas... dependiendo en gran medida de
la información que tengamos o de cómo hayan sido nuestras experiencias
anteriores.
A veces nos asaltan preguntas trascendentes
como: ¿Quiénes somos?, ¿Cuál es nuestra misión? Pero también nos hacemos
preguntas más personales como: ¿Por qué a mí? ¿Por qué nadie me entiende?, ¿Por
qué a él y no a mí?.
La cultura occidental nos lleva a buscar
afuera, a investigar, experimentar, razonar o a especular, mientras que los
orientales buscan adentro. Meditan, sienten y practican infinidad de técnicas
para alcanzar la iluminación. En realidad, todos tratamos por diferentes
caminos de llegar al fondo de ese gran fenómeno que es el sentido de la vida.
Pero en verdad, no necesitamos entender la vida en su totalidad para poder ser
felices. No tenemos que entender cómo funciona un árbol de mango para disfrutar
y alimentarnos de sus jugosos frutos. ¡Basta con que estés vivo y tomes todo lo
bueno que
la vida generosamente te ofrece!
Observa detenidamente todo a tu alrededor,
sorpréndete y aprende, adopta el ritmo de la vida, degústala y vívela con
entusiasmo y agradecimiento, sin preocuparte y sin cuestionarte tanto. Si
tenemos el regalo de estar vivos, aprendamos a estar concientes y atentos,
disfrutando en paz y armonía de lo que segundo a segundo y de manera generosa,
nos ofrece la vida: un amanecer, la sonrisa de nuestro hijo, la satisfacción de
una meta lograda, un helado, el ayudar a un amigo, un delicioso sándwich, un
baño de agua caliente, una palmadita en la espalda ese día que tanto lo
necesitábamos, ese dinero extra que cayó del cielo, nuestra pareja que nos
acompaña a compartir la vida, ese maravilloso cuerpo que tenemos y del cual a
veces no nos sentimos orgullosos, de este estupendo país en el que
nacimos y del cual a veces renegamos, el
placer del trabajo bien hecho... y de miles de bendiciones que constantemente
llueven sobre nosotros cada día y que lamentablemente muchas veces no podemos
reconocer al estar preocupados por el pasado o por el futuro.
REPARTE A MANOS LLENAS
¡Reparte
a manos llenas! Una palabra oportuna, una sonrisa, una actitud animadora, un
pensamiento generoso, y tu corazón sentirá esta gran verdad: ¡Es mejor dar que
recibir! ¿Nunca lo sentiste?, ¡Experiméntalo! Ayuda a alguien sin esperar nada
a cambio, y verás cómo llegará a tus puertas, con las manos llenas de alegría,
la más grande felicidad que puedas experimentar en la vida... ¡La felicidad de
dar!
Uno
puede ofrecerle sus ideas a otro como balas o como semillas.
Puede
dispararlas, o sembrarlas; pegarle en la cabeza a la gente con ellas, o
plantarlas en sus corazones.
Las
ideas usadas como balas matarán la inspiración y neutralizarán la motivación.
Usadas como semillas, echarán raíces, crecerán y se volverán realidad en las vidas
de quienes fueron plantadas.
El
único riesgo de usarlas como semillas es que una vez que crecen y se convierten
en parte de aquellos en quienes fueron plantadas, es probable que nunca te
reconozcan el mérito de haberlas ideado. Pero quién está dispuesto a darlo
todo, recogerá una rica cosecha.
"Cada
uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza
pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para
agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos de
hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por
vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a
todos, y en especial a los de la familia de la fe" Gálatas 6:7-10.
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